Rutina de mantenimiento para la bicicleta de carretera

Con el buen mantenimiento de tu bicicleta de carretera puedes evitar reparaciones costosas, pedalear más rápido y andar en bicicleta de manera más segura. Suficientes razones para hacer de esta breve rutina parte de tu deporte favorito: ¡Ciclismo! En este blog te explicamos cómo puedes prolongar la vida útil de tus componentes en cinco sencillos pasos.

Paso 1 – Limpia la transmisión (¡no demasiado aceite!)

Mantener limpia tu cadena, bielas y cassette prolonga significativamente la vida útil de estos componentes. Lo que se observa mucho en ciclistas principiantes es que tienen una cadena excesivamente aceitada. Demasiado aceite en la cadena no es bueno para nada y hace que la arena, la suciedad y el barro se adhieran a ella. Esto provoca una fricción adicional entre los eslabones y los engranajes, lo que hace que se desgasten más rápido. Para empezar, es importante no usar demasiado aceite. Además, es importante pasar un paño sobre la cadena después de cada salida. Esto eliminará la suciedad suelta de la cadena. Con un cepillo especial para cassettes puedes eliminar toda la suciedad suelta entre los engranajes. Después de limpiar la cadena con el paño y el cepillo, la mayoría de la suciedad suelta debería haber desaparecido.

Paso 2 – Verifica si hay holgura

Durante el ciclismo, algunos componentes pueden aflojarse. Evita el mantenimiento innecesario comprobando la holgura entre los componentes. Los componentes más importantes son las bielas y la dirección. Verifica las bielas moviendo el brazo del eje de pedalier hacia adelante y hacia atrás en dirección al cuadro. ¿Sientes que hay holgura? Entonces se debe apretar la biela, esto solo lleva dos minutos en el taller de bicicletas. Luego, verifica la dirección colocando la rueda delantera entre tus piernas y moviendo el manillar al mismo tiempo. ¿Sientes que hay holgura? Aprieta el tornillo que está encima del manillar.

Paso 3 – Verifica tus frenos

Comprueba si las zapatas de freno aún están rectas sobre la llanta y si las ranuras en las zapatas aún son visibles. También es útil verificar si el cable de freno aún está en buen estado. ¿El extremo no está deshilachado? La tensión en el cable de freno también debe ser suficiente para detenerse rápidamente. A menudo puedes aumentar la tensión girando el tornillo en la pinza de freno en sentido antihorario.

Paso 4 – Presta atención a los ruidos extraños

Si tu bicicleta cruje o hace ruido, a menudo está tratando de decirte algo. Esperar con muchas esperanzas a que el ruido desaparezca por sí solo no suele ser la mejor solución. Para evitar problemas mayores, se recomienda averiguar qué está causando el ruido. Pide a un amigo ciclista que pedalee a tu lado para localizar el ruido. Luego puedes buscar una solución.

Paso 5 – Verifica tu equipo

Carga tu ciclocomputador, conecta las baterías de los desviadores y revisa tu equipo en busca de daños. Por ejemplo, verifica tus calas, si están desgastadas, puedes desengancharte del pedal en el momento equivocado. Evita este tipo de situaciones peligrosas reemplazándolas a tiempo. También la ropa de ciclismo desgastada puede llevar a situaciones incómodas. Puede causar ampollas o dolor de sillín, evita esto invirtiendo en buena ropa o reemplazándola a tiempo.

Por supuesto, cada uno tiene sus propias rutinas y consejos para mantener su bicicleta en óptimas condiciones, ¡pero con estos cinco consejos vas por buen camino! Síguenos en Instagram, Facebook, YouTube o suscríbete a nuestro boletín para más blogs e información relevante sobre ciclismo!